Itaca en la mente

"Siempre ten a Itaca en tu mente; llegar allí es tu meta, pero no apresures el viaje. Es mejor que dure mucho, mejor anclar cuando estés viejo. Pleno con la experiencia del viaje..." Constantino Cavafis

lunes, julio 24, 2006

De cómo Schlomo devino en falasha y el mundo es lo que es


Dedico este post a mi tocayo

La semana pasada vi una excelente película, Camina sin mí, una coproducción de Francia, Israel e Italia que desgraciadamente ya sólo la exhiben en un puñado de cines. El título en francés es Va, vis et deviens (Ve, vive y devén), que como suele pasar no tiene mucho que ver con el título elegido para su exhibición comercial en México, aunque ambos son buenos.
Viendo esta película aprendí más sobre la hambruna en África, sobre la historia de Israel y sobre los falashas -judíos de raza negra que supuestamente descienden del rey Salomón y la reina de Saba, una de las tribus perdidas de Israel que apareció en Etiopía y que fueron rescatados por Israel en la operación Moisés, en 1985- que en tres años como editor adjunto de información internacional en El Universal de México.
Y no es que presentará algo que no conociera (intelectualmente) sino que me mostró el sentimiento y la compleja realidad humana que existe tras el saber conceptual de los hechos. La carne del esqueleto, pues.
En la vida de Schlomo (Salomón), el protagonista, confluyen biografía e historia, un cruce que según el sociólogo John Suart Mill es fundamental para poder comprender en plenitud la una y la otra.
Las casi tres horas que dura la cinta se me fueron como agua y pese a que constantemente muestra lo dura, durísima que puede ser la vida, me dejó un grato sabor de boca. Si pueden, vayan a verla.

viernes, julio 21, 2006

La guerra interminable

Un tabernero holandés tenía un rótulo en su posada en el que estaba dibujado un cementerio y en el que aparecía escrita la “satírica” inscripción: “La paz perpetua”. Al menos eso cuenta Immanuel Kant en un ensayo que bautizó con el mismo nombre que la posada holandesa.
(Para ver el post completo ir a http://foros.eluniversal.com.mx/blogs/weblogs_detalle2353.html -y será el mundo al revés)

lunes, julio 17, 2006

Explicación del niño bueno

Quiero decir algo que no aclaró Mario Vargas Llosa en su novela. Una cosa es ser bueno y otra cosa es ser tonto. Lo digo, porque aunque en general quien me ha conocido de verdad piensa que soy una buena persona, no ha faltado quien ha confundido bondad con estupidez, cometiendo un gran error. Y dicho esto paso a aclarar que si bien sostengo lo que Mario pone en mi boca en la página 207 (ver el post anterior) tengo que hacer unas matizaciones: Un hombre puede llevar una vida perfectamente normal sin hacer el amor por quince meses o más, como ha sido a veces mi caso, cuando está enamorado profundamente de una mujer. Entonces, si uno la deja de ver, no quiere ni necesita hacer el amor con nadie más y puede vivir perfectamente sin hacerlo. Esto es así a los 47 años, a los 21 o a los 30. Pero si la separación, distancia, aislamiento u lo que sea con esa persona cesa, entonces ya no se puede vivir sin hacer el amor. Desea uno hacerle el amor a la persona amada y cuando este sentimiento es correspondido, entonces se puede hacer el amor a todas horas. En el momento en que el amor por una mujer en particular desaparece, entonces la libertad de desear a otras personas también regresa y es difícil vivir ya sin hacer el amor. Hago esta aclaración porque aunque Mario me hace decir muchas huachaferías en la novela, una cosa es ser un pichiruchi y otra cosa es ser, como dicen ustedes en México, un pendejo.
Atentamente.
Ricardo Somocurcio (El niño bueno)
P.S.: Le agradezco a Gerardo que me prestara su Blog para hacer esta aclaración. Lástima que nadie lo lea.

viernes, julio 14, 2006

Comentarios sobre 'la niña mala'

Estoy leyendo la más reciente novela de Mario Vargas Llosa, 'Travesuras de la niña mala' y me lo estoy pasando en grande. Realmente lo estoy disfrutando; la recomiendo.
Hasta donde voy, veo una moraleja clara: "Sólo existen las niñas malas si hay niños buenos".
Y una frase para la reflexión en la página 207 (editorial Alfaguara): "A mis cuarenta y siete años había llegado a la comprobación de que un hombre podía llevar una vida perfectamente normal sin hacer el amor". Ustedes,
¿qué creen: se podrá o no se podrá ser hombre y vivir sin hacer el amor? A los cuarenta y siete yo creo que sí.

miércoles, julio 12, 2006

Que lo repitan gol por gol

Tras el post de ayer sólo tengo que añadir:
Que repitan el Mundial gol por gol. Pero que no lo organice la FIFA.

martes, julio 11, 2006

Nos robaron el Mundial

Tuve un sueño extraño. No sé si fue hermoso o una pesadilla. Aparecía un tabasqueño diciendo: “Sonríe, noj robaron el Mundial”. Y se ponía a argumentar cómo había sido el robo.
“El árbitro ejtaba vendido”, decía el personaje algo amarillento, como de bilioso. “Ademaj, la FIFA ya nomáj no fifa”.
“Tenemoj pruebaj contudentej de que México jugó la final y noj ejcamoteron el rejultado para dárjelo a Italia”, y acto seguido presentaba un video en donde se veía la bandera tricolor garibaldina. “Ejtá claro que le borraron el águila y el nopal al lábaro patrio”, argumentaba con una voz que se iba conviertiendo en un pito de flauta acitronado.
“Ya je vieron laj fotoj de loj italianoj lavando la bandera en la fuente de Trevi, que también noj perteneje, porque la Trevi ej nuejtra y yo la pienjo nobrar minijtra de la juventud para que la guíe con su ejemplo cuando me reconojcan la prejidenjia”.

Y entonces el tabasqueño mostraba una foto plagada de banderas italianas gritando: ¡Miren, miren como ejtaba el Zócalo y se llevaron el ejcudo de todaj laj banderaj!
“Ni el unfirome noj rejpetaron, noj los cambiaron por uno ajul y blanco”, añadía fuera de sí con los ojos en blanco, pero sin azul.
“Fueron loj otroj blanquiajulej, ejoj que llevaron a puro ejquirol negro y africano pa embarajar las porteriaj de golej que lej regaló el árbitro”.
“Y el Jinadine Jidane eje ya lo vieron dando cabejajoj a Gerardo Torrado, dijque porque lo injultó”.
Desperté bañado en sudor, pero confieso que sí sonreí.

lunes, julio 10, 2006

Zizou, de héroe a villano

Me dolió la derrota de Francia, pero sobre todo la forma en qué ocurrió y la expulsión de Zinedine Zidane. Lo que debió ser el cierre de su carrera con broche de oro se convirtió en un final en el que el héroe se convirtió en villano.
El cabezazo de Zidane a Marco Materazzi recorrió el mundo en segundos, mostrando al jugador francés como un tipo violento que agredió aparentemente sin motivo al italiano.
Pero, ¿es posible que un hombre inteligente que en general se muestra más bien tranquilo por no decir frío y mesurado, pierda el control sin que haya causa de por medio, en el partido en que su equipo se juega la Copa del Mundo y que además es el último de una carrera de éxitos? No lo creo.
Personalmente pienso que Materazzi estuvo jodiendo (me salió lo castizo) a Zizou como una úlcera lacerante lastima a la piel hasta que éste no pudo más y le dio el cabezazo. Desgraciadamente esto fue lo que todo el mundo vio. La labor soterrada de Materazzi quedó oculta, como suele ocurrir con el mal.
Es una táctica vieja como la humanidad: molestar a alguien calladamente hasta que salte y nos agreda. La victoria es doble, porque quien la aplica queda como víctima y el inicialmente agredido como culpable. Es algo que suelen hacer los débiles y los mezquinos, o las dos cosas a la vez.
Pero no hay que sorprenderse, es algo muy socorrido, que forma parte de la vida y que sucede desde la primaria hasta en las relaciones de pareja.
Zidane tendrá probablemente que salir y pedir disculpas, pues ante el mundo él fue el agresor. Pero para mi que el verdadero canalla fue Materazzi, y el daño que provocó en Zidane merecería un castigo ejemplar. El equivalente moral a que le hicieran en la piel múltiples cortadas con una cuchilla de afeitar, le echaran limón y lo revolcaran en sal. Por cobarde e hideputa, que diría el Capitán Alatriste.

viernes, julio 07, 2006

El verdadero ‘compló’

Sin duda hubo muchos intereses poderosos que se confabularon para que Andrés Manuel López Obrador, candidato del PRD (centro izquierda) perdiera las elecciones en México.
La verdad resulta difícil creer que tras seis años de un gobierno desgastado como el de Vicente Fox, que se quedó muy por debajo de las expectativas de cambio que suscitó en el año 2000, no haya habido un voto de castigo que favoreciera al candidato (López Obrador) que prometía que ahora sí, él iba a traer el cambio y perjudicara al candidato del partido en el poder (Felipe Calderón –PAN, centro derecha).
Existían, es cierto, grandes intereses que se hubieran visto afectados si ganaba López Obrador, empezando por el propio partido en el gobierno, siguiendo por los grandes empresarios y los “riquillos” (como les llama el candidato del PRD).
Y ¿qué decir de Estados Unidos? En un contexto de crisis en Medio Oriente, con el precio del petróleo muy alto y con tendencia a subir y con un líder hostil en Venezuela, el mayor productor de América, es comprensible que vieran con preocupación la subida al poder de un líder de izquierda que hubiera podido unirse a la corriente de oposición al “imperio” (así le dicen Chávez y Fidel Castro).
Había pues un temor, por no decir terror, a López Obrador entre los poderosos.
Pero lo determinante fue el miedo que sintieron muchos ciudadanos de todos los extractos sociales al talante antidemocrático e intolerante del candidato del Partido de la Revolución Democrática. Un recelo que él, sin proponérselo, siguiendo su inclinación natural, se dedicó a alimentar como gobernante del Distrito Federal, primero, y durante la campaña electoral, después.
López Obrador dilapidó el enorme capital político que le concedió la torpeza de sus adversarios con maniobras tan burdas y desafortunadas como el intento de desafuero.
Su tendencia al autoritarismo, a estar por encima de la ley cuando ésta le era adversa, su demagogia, su crispación y resentimiento, en fin, todo ese cobre que está bajo la piel de oropel con que se quiso adornar, y que tanto ha mostrado en los últimos días, le metieron miedo a muchos ciudadanos de todo tipo, quienes también temieron por su patrimonio (grande y o pequeño) y que al final dio como resultado que 243 mil 934 mexicanos más que los que le apoyaron, votaran en su contra y perdiera la elección.
Ese es el verdadero 'compló' y quien lo orquestó fue él mismo: Andrés Manuel López Obrador.

jueves, julio 06, 2006

El pejelagarto y los bonobos

Los bonobos son unos simios parecidos a los chimpancés, pero más elegantes, menos violentos y con una actividad sexual mucho más libre y creativa no sólo que las de sus hermanos monos, sino incluso que la de sus primos los humanos, según publica hoy el diario español El País en su edición online. Al parecer, su frenética e imaginativa sexualidad los hace ser muy pacíficos. Eso sí, ni se le ocurra darles un besito, porque lo que puede obtener a cambio no es precisamente una mordida.
De los pejelagartos lo ignoro casi todo, excepto que un representante de esta variedad piscícola que evolucionó a la posición erguida, tiene dos patas y mucho de mamífero ha manifestado desde el 2 de julio una agresividad que quiere hacer extensiva al resto de la sociedad mexicana. Y me pregunto: ¿será que su combatividad obedece a la misma causa que el pacifismo de los bonobos, pero en relación inversamente proporcional? La verdad, no quiero saberlo.

miércoles, julio 05, 2006

El Ebrard desconocido

En agosto de 1999 publiqué en la desaparecida revista local ‘En Amores con Eugenia’ una entrevista perfil con Marcelo Ebrard, el actual jefe de gobierno (alcalde) electo del Distrito Federal.
El encuentro con Ebrard fue en su oficina de la calle Amores, no muy lejos de la avenida Eugenia. Entonces él era diputado independiente y militaba en el Partido de Centro Democrático (PCD), fundado por Manuel Camacho Solís, quien había sido su jefe y alcalde (entonces se llamaba regente) de la ciudad de México.
Me parece oportuno poner al aire la entrevista, porque presenta un aspecto desconocido de nuestro futuro alcalde.


Marcelo Ebrard
Huir hacia adelante

A las 17:30 horas de una tarde tormentosa y desapacible, Marcelo Ebrard Casaubon llega a la cita en la calle de Amores, empapado. No esperó a que amainara la lluvia, ni a que alguien le acercara un paraguas para bajar del coche. Tenía prisa. Durante la entrevista mira alternativamente a su reloj y a la puerta. Parece tener hormigas en el alma, querer huir hacia adelante.
Hombre de múltiples ocupaciones, Marcelo Ebrard es diputado independiente y militante destacado del Partido de Centro Democrático (PCD), fundado por Manuel Camacho Solís y que obtuvo su registro el pasado mes de junio. También es miembro de las comisiones de Programación y de Radio y Telecomunicaciones. Hasta el mes de julio también integraba el Comité Técnico de Seguimiento a las Auditorias de FOBAPROA.
Ebrard nació en la Colonia del Valle, en la casa que fue primero de sus abuelos, después de sus padres y ahora es suya, en la calle Martín Mendalde.
La entrevista con Marcelo Ebrard tiene lugar en la sede del PCD, en la calle de Amores 923, en una casa señorial construida en 1940 que también fue de sus abuelos y que en la actualidad pertenece a Jorge Ebrard, su tío.
Ebrard, su apellido lo delata, desciende de un grupo de franceses con casta conocido como los ‘barcelonnetes’, originarios del valle del Ubaye en los Alpes franceses, cerca de la frontera con Italia.
Su abuelo, que también se llamaba Marcelo Ebrard, era originario de Jausiers, el mismo pueblo del que procedía Jean-Baptiste Ebrard, fundador de los almacenes El Puerto de Liverpool. El parentesco entre ambos es lejano y mientras que el primero desembarcó en México en 1911, cuando ya había estallado la revolución, el fundador de Liverpool se le adelantó más de medio siglo, pues llegó en 1847.
A diferencia de muchos ‘barcelonnetes’, quienes hacían fortuna en México y regresaban a disfrutar de un retiro de lujo a su tierra de origen, el padre de Marcelo prefirió fijar su mirada hacia adelante y olvidarse de sus raíces francesas, por lo que su hijo no estudió en el Liceo Franco Mexicano, sino en el colegio Simón Bolívar y después en la Universidad Lasalle y El Colegio de México.
Aunque la época de oro de los ‘barcelonnetes’ en México fue el porfiriato, el abuelo de Marcelo logró juntar cierta fortuna, compró terrenos y participó en el fraccionamiento de la Colonia del Valle cuando ésta se amplió más allá de los antiguos límites de la calle Eugenia. Entre esos terrenos se incluyen donde actualmente está su casa, en Martín Mendalde y la sede del partido, en Amores. Eran solares con frondosos ahuehuetes. Uno de ellos, centenario, se conserva en el jardín de su domicilio, donde vive con su esposa Franchesca, sus dos hijas, Franchesca, de 10 años, Dominique, de 8 años, y su hijo Marcelo, de 4 años.
Entre los 25 y 40 años de edad la carrera de Marcelo Ebrard es fulgurante. De 1986 a 1992 ocupa los siguientes puestos: Coordinador de Asesores en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (1986-1988); Director General de Gobierno en el Departamento del Distrito Federal (1988-1989); Secretario General del PRI en el DF (1989-1991); Secretario de Gobierno del Distrito Federal (1992-1993). Siempre como el hombre fuerte de Manuel Camacho, con quien comparte las mieles del poder y la amargura de la derrota, cuando en noviembre de 1993 pierden ‘la grande’. En 1994, tras una breve estancia de 42 días en la Cancillería, parte a Chiapas como miembro del equipo del Comisionado para la Paz.
En 1997, tras haber renunciado al PRI, es elegido Diputado Federal, por el Partido Verde Ecologista, como candidato independiente. Posteriormente se deslinda de este partido y funda el PCD junto con su antiguo jefe.
Entre los lugares preferidos de Ebrard estaba el Parque de Mariscal Sucre, al que acudía a jugar antes de que fuese atravesado por ejes viales. (GJV)

martes, julio 04, 2006

Hay que saber perder… y ganar

Una de las reglas fundamentales de la democracia es acatar las reglas de juego. Nadie está por encima de ellas y cuando se pierde hay que saber aceptarlo. Pero también hay que saber ganar.
El comportamiento de los candidatos del Partido de la Revolución Democrática (PRD –una amalgama de agrupaciones de centro y de izquierda) y del Partido Acción Nacional (PAN –de centro derecha) no ha estado a la altura de los mexicanos que el 2 de julio acudimos a votar masivamente y en paz.
Especialmente Andrés Manuel López Obrador, del PRD -pero también Felipe Calderón, del PAN- no ha dado muestras de saber perder y desde la noche misma del domingo salió crispado, con el rostro descompuesto, a gritar que le querían “escamotear” la elección. Desde entonces se ha dedicado a desprestigiar al Instituto Federal Electoral (IFE), que es la autoridad electoral en México y que es la institución (ciudadana) que goza de mayor prestigio entre los mexicanos y es reconocida como modelo en el resto del mundo. Todo porque sospecha que “le quieren robar” un supuesto triunfo que aún no obtiene.
Se olvida López Obrador de que aun en el caso de que hubiera ganado las elecciones (lo que no parece ser el caso) sólo le habría votado una cuarta parte de los electores (contando los que sufragaron y los que se abstuvieron). Y lo mismo a Felipe Calderón.
Así cualquiera de los dos que resulte el ganador oficial tendrá que gobernar teniendo este hecho en cuenta: las tres cuartas parte de los mexicanos no lo eligieron a él.Pero parece difícil que quien no sabe perder vaya a saber ganar.
Gerardo Jiménez Valdés