La guerra interminable
Un tabernero holandés tenía un rótulo en su posada en el que estaba dibujado un cementerio y en el que aparecía escrita la “satírica” inscripción: “La paz perpetua”. Al menos eso cuenta Immanuel Kant en un ensayo que bautizó con el mismo nombre que la posada holandesa.
(Para ver el post completo ir a http://foros.eluniversal.com.mx/blogs/weblogs_detalle2353.html -y será el mundo al revés)
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