Hacia el mercado perfecto
A los chinos les gustan las frases que exaltan la paz, la armonía, la serenidad... y las adoptan en sus eslóganes políticos e ideológicos. Ahora, ante todos estos conceptos sublimes se impone el de mercado: "Hacía el mercado perfecto". Esa es la nueva consigna. Y piensan alcanzar ese nirvana en una fecha concreta: en 2020.
Zhang Lina define la reforma emprendida por china en 1978, tras la fallida Revolución cultural, como la "liberación del poder de producción". Zhang es la subdirectora del Departamento de Reforma del Sistema que forma parte del importante Comité de Desarrollo y Reforma. Este comité es una especie de ministerio que se encarga nada más y nada menos que de elaborar los planes quinquenales. En otras palabras, de toda la planificación china.
La señora Zhang es una mujer muy inteligente, economista y que trabaja sobre todo con cuestiones de macroeconomía. Una técnica, pues. Resumió el balance de estos últimos 30 años desde que inició la reforma enumerando los cambios que ha experimentado el país en su sistema económico: empezando por el paso del modelo tipo URSS a uno de mercado; también la transformación de la estructura social; la distribución del ingreso y el cambio en la mentalidad de la gente.
Pero tras atiborrarnos de datos y porcentajes, esta técnica de la macroeconomía dejó ver a la socialista que lleva dentro, pues recalcó que todo el proceso de reforma es un proceso de perfección del socialismo. Y en esta perfección el papel que le asignan a las fuerzas del mercado es vital para la distribución de los recursos.
Esta reforma emprendida hace tres décadas la han realizado pasito a pasito y es un plan de medio siglo de duración para alcanzar la meta de establecer un sistema de mercado perfecto, lo que está previsto ocurra en el año 2020. Se trata una transformación gradual que va de la fácil a lo difícil, que empezó por lo económico para de ahí pasar a lo social, lo cultural y lo político.
Dos grandes principios han dirigido el proceso de apertura: que los beneficios se reflejen en el nivel de vida de la población y que la práctica debe dirigir a la teoría. En otras palabras: fuera dogmas.
Y así, los socialistas chinos se han convertido en los adalides de las fuerzas del mercado para alcanzar el paraíso comunista. Esto ya no lo dijo la señora Zhang, sino que lo interpreto yo. Y con fecha determinada: en 2020, cuando llegarán al mercado perfecto. O sea, ya no se trata de acabar con la propiedad privada de los medios de producción para abolir las clases sociales. No, los pragmáticos chinos abrazan la propiedad privada para utilizar a la economía de mercado como un instrumento de desarrollo que los llevará en unos años al nirvana comunista, la sociedad igualitaria basada en este caso en un elevado ingreso de la población con una adecuada distribución de los recursos. ¡Guau! Eso sí que es una verdadera revolución cultural.
Como comprenderán la entrevista con la señora Zhang es lo que más nos ha entusiasmado hasta ahora tanto a mí como a los otros colegas latinoamericanos. Así que le dediqué páginas y páginas en mi libreta de notas que acabo de resumir de mala manera en este blog.
Bueno, pero no todo fueron entrevistas el miércoles. También visitamos las instalaciones olímpicas, concretamente el Estadio de Nido, que se ha convertido en una importante atracción turística. No me atrevería a decir en dónde vi más visitantes locales, si en la Ciudad prohibida o en este estadio. Claro que el estadio también tiene ahora algo de prohibido, pues no todo el mundo puede acceder al interior del mismo. Sólo unos cuantos, que en china siempre será mucha gente. Nosotros fuimos de los privilegiados, pues nos han tratado a cuerpo de rey y dos de los tres acompañantes chinos hacen el papel de ábrete sésamo y se la pasan hablando por sus celulares para franquearnos puertas.
Acá les posteo un video desde el interior del célebre estado de nido.
Lo que sí estuvo soporífero otra vez fue el encuentro con los colegas, es un decir, del ‘Diario del Pueblo', el periódico que es el órgano del Partido Comunista chino. ¿Por qué los periodistas chinos tienen más aire de funcionarios de otra época que de reporteros? Siempre comienzan agradeciéndonos por el apoyo prestado para que los Juegos Olímpicos fueran un éxito. Algo que sería cómico de no ser porque resulta tremendamente aburrido.
Este ‘Diario del Pueblo' tiene un tiraje diario de 2 millones 300 mil ejemplares, o sea, como los periódicos mexicanos si lo vemos proporcionalmente a la población del país. Y en su web site reciben un millón de consultas por día. Eso sí, tienen todos los recursos del mundo para hacer un periódico de 16 páginas. La redacción de Internacional ocupa dos pisos de un edificio con un mobiliario que recuerda a las oficinas de gobierno mexicanas de la década de los 90.
Y para terminar la agotadora jornada rematamos el día volando de Beijing a Shanghai, a donde llegamos molidos tras dos horas de vuelo en un avión de Air China que parecía una lata de sardinas. El hotel de Shangai muy cómodo aunque no tan bonito como el de la capital china, pero sí con mayores aires de grandeza. En fin, el lunes les sigo contando como estuvo la visita en la Shanghai, el Nueva York chino.
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Je suis toujours en ligne pour enquêter conseils qui peuvent m'être utile. Merci itacaenlamente.blogspot.ru
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